Incluía un atrio para exposiciones y eventos una gran pasarela, talleres y auditorios para workshops con invitados internacionales, tiendas para la venta de productos locales de vanguardia y restaurante. La piel del proyecto aludía a la imagen resultante de la tensión existente entre cuerpo y vestido , contenedor y contenido, acercándose a las inquietudes estéticas de diseñadores de moda Issey Miyake o Paco Rabbane. El partido apuesta a dos grandes momentos: un atrio de múltiples alturas al que vuelcan todas las plantas que a su vez son hilvanadas por una escalera zigzagueante y un gran espacio pasarela pasante que supera la cota de la autopista y hace del skyline de Bangkok el telón de fondo de los desfiles.