La propuesta se trama a partir de dos volúmenes verticales. Una primera torre de 12 niveles, planta baja más 11 niveles de residencias. Y una segunda torre de 9 nveles, planta baja más 8 niveles de residencias. La planta baja sirve de acceso peatonal y vehicular a ambas torres, mientras que los usos comunes como piscina y barbacoas se encuentran en los últimos niveles de cada torre. En cuanto a la composición geométrica de los volúmenes, la torre principal desarrolla una planta rectangular sin un eje predominante. Sobre el fondo, la segunda torre se alinea a contra eje, marcando el final del recorrido en planta y del conjunto. De forma similar a otros proyectos de la firma, el proyecto de Caja Médica Asunción desarrolla un lenguaje racional donde prevalece la línea horiozntal como base compositiva. Así, cada nivel es definido a partir de una losa de concreto que se marca de forma rectangular y continua sobre los cuatro frentes de fachada de cada torre. El resultado son dos volúmenes prismáticos puros. Complementando al primero plano de fachada definido por la línea de losa, aparecen otros dos planos más: el plano definido por los cerramientos móviles y el plano definido por los ventanales panorámicos de vidrio. Como una estrategia para la incorporación del verde, el espacio intermedio que se crea entre los distintos planos de fachada da lugar a especies ornamentales que suavizan lo racional de la composición. Sobre el final, un último plano horizontal y apergolado corona cada torre, definiendo el ámbito de las áreas comunes y enmarcando vistas panorámicas sobre todo el rededor. Como resultado, emerege un conjunto residencial atractivo, con una átmosfera que serpentea entre la regularidad de su configuración volumétrica y situaciones más flexibles como la espacialidad libre y continuada de planta baja, la aleatoriedad del cerramiento móvil, el verde que emerge desde las fachadas o los distendidos espacios comunes a lo alto.